lunes, 7 de febrero de 2022

Corto recomendado: PIP, un corto educativo sobre el esfuerzo personal.

Llíria, 7 de febrero de 2022.

Buenos días, lectores.

    Las últimas semanas he recibido varios mensajes diciéndome que os encantan los cortos que os recomiendo, por el mensaje que transmiten y porque muchos de vosotros, luego se los ponéis a vuestros niños por el fin educativo que tienen. Estoy contentísima de ello y hoy os traigo uno que, quizás, es el más emocionante hasta ahora. 💝




PIP, un corto educativo sobre el esfuerzo personal.

Aquí os dejo el vídeo: ⤵



    PIP es un cortometraje de animación que nos ofrece la Southeastern Guide Dogs (USA), para hacernos conocer su misión, ofreciendo perritos adoctrinados que desarrollan afecto y cercanía extraordinarios con las personas que lo necesitan, como las personas con visión reducida o nula y personas discapacitadas. 

    Cuando las personas pierden la visión, es fácil perder la esperanza. Cuando los veteranos (discapacitados por la guerra) pierden la esperanza, es fácil darse por vencido. Es fácil dejar que la oscuridad defina la vida en lugar de vivir la vida al máximo.

    Pip es un cachorrito que ve una "Universidad para Perros", y se entusiasma, desea aprender; pero no le da la talla para el ingreso, por lo que encuentra muchas dificultades para usar los recursos y materiales de aprendizaje, que otros perros más grandes que él los utilizan sin mayores inconvenientes.

    El corto animado termina cuando Pip sale desconsolado del examen final, y en la calle, espontáneamente, ayuda a una mujer ciega. Esta acción es observada por las autoridades de la Universidad y es reconocido, ofreciéndole así la graduación en la misma. 

    Southeastern Guide Dogs dice al final del corto: "Nuestros perros ayudan cada día, todos los días a personas con pérdida de visión y veteranos con discapacidades".

    La vida es una serie de experiencias, cada una de las cuales nos hacen más grandes, a pesar de que a veces es difícil darse cuenta de esto. El mundo fue construido para desarrollar el carácter, y tenemos que aprender que los reveses y aflicciones que soportamos nos ayudan a seguir hacia delante.

    Este cortometraje nos permite aprender a valorar a las personas y no a juzgar antes de tiempo. Además, nos ofrece un claro ejemplo del esfuerzo y la motivación para conseguir nuestros sueños. Todas las personas, a lo largo de nuestra vida, nos hemos enfrentado a diferentes situaciones, las cuales, a primera vista, hemos juzgado imposibles.

    Muchas veces, desde el ámbito académico, solemos juzgar las situaciones que se nos presentan sin pararnos a pensar en cómo superarlas, por el simple hecho de que son nuevas para nosotros, como estudiantes. Pero, al final, siempre que pongamos motivación y esfuerzo conseguiremos superarlas y aprender.

    De todo corazón os animo a perseguir vuestros sueños, a luchar por ellos por muy difícil que os parezca. La vida es una lucha constante, sí, pero el esfuerzo conlleva a una recompensa muy grande y dulce.

    No pienses nunca cosas que te frenen el hecho de intentar conseguir tu objetivo. Sé valiente, lucha por tus sueños. Ya sabes, que como muchas veces he dicho, mientras respetes y tus pasos no borren las huellas de los demás, ¡tira hacia delante!, lucha, sacrifícate y, al menos, inténtalo.

    Como vuestra humilde escritora os contaré que de mis 13 a mis 28 años trabajé, viví, luché y di mi vida para cumplir el sueño de otra persona. A mis 28 años me planteé un cambio de vida y decidí que lucharía por mi sueño, mi futuro y mi felicidad. Me está costando, sí. Lloro, pataleo, paso sueño, pero trabajo cada día por labrarme un futuro mejor y eso me hace feliz. Y cada lágrima, cada estado de nervios, cada hora que resto a mi sueño, me compensa.

    Pero también he de deciros algo, y es que habrá quién no lo entienda. Habrá quién no entienda y, en ocasiones, no respete que necesitas dedicar mucho tiempo a tu sueño, a labrarte un futuro mejor. ¿Y sabes qué? Quién te quiere, lo entenderá. Y quién más te quiere todavía, te alentará, te apoyará y te pondrá las cosas más fáciles en vez de quejarse, poner trabas o hacerte sentir mal por dejar de lado ciertas cosas o incluso, a ciertas personas por centrarte en cumplir tu sueño y buscar un futuro mejor.

    A mí me gustaría, en ocasiones, poder salir a almorzar un sábado, ir de compras una tarde, comer en un restaurante un domingo o hacer una escapada de fin de semana. Pero es necesario priorizar, y a veces, debes plantearte que ese sacrificio que haces plantando los codos en tu escritorio estudiando todo un fin de semana sin salir, como una servidora, tendrá una gran recompensa. Y como os digo, quién os quiere y respeta, lo entenderá. Y quién no lo entienda, que pase de largo.

    Haz como Pip, estira esas orejitas hacia arriba para dar la talla. Sí, haz todo lo posible. Si llegas, bien, si no llegas, ya llegarás mañana. Pero no tires la toalla. Si caes, vuélvete a levantar. Y sobre todo rodéate de gente que te aliente a seguir, respete tus tiempos y, en caso de caer, te ofrezca su brazo, su mano, o su dedito pequeño, al menos, para ayudarte.

    No quiero terminar el post sin citar una frase que leí el otro día por ahí. No sé dónde, pero la leí y decía así: "Ve a tu ritmo, no leas relojes ajenos".

    Por lo que os aconsejo que no os comparéis con nadie y, por supuesto, bajo ningún concepto permitáis que se os compare con nadie. Recuerdo cuando corrí mi primera San Silvestre, que ante mi miedo a llegar la última a la meta, mi marido (entonces era mi novio todavía), me dijo: "Corre TU carrera, no pienses en los demás. Olvídate de los tiempos, la meta y la gente. Cada uno debe correr una carrera diferente. Tú debes correr la tuya, no la de los demás". Y así fue, gracias a ese consejo, corrí sin darme cuenta de la gente que me rodeaba, sin pensar si me adelantaban o no, no leí relojes ajenos y ya os digo que no llegué la última, mejoré mi tiempo y llegué con una sonrisa enorme a la meta. Pero, aunque hubiese llegado la última o incluso, no hubiese llegado a la meta, estaría orgullosa de mí misma igualmente por haberlo intentado. Como os digo, no hay que tirar la toalla. ¿Caes? Vale, no pasa nada. Levántate y sigue o incluso, empieza de nuevo.

    Que paséis un muy feliz lunes y no olvidéis que nunca es tarde para un cambio. 💪

¡Hasta pronto! 💖

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