Llíria, 1 de abril de 2022.
Buenos días.
Empezamos mes y, en concreto, mi mes preferido. ¡Abril! A parte de que el día 15 de abril es mi cumple es que siempre me ha parecido un mes precioso. Espero que este año abril nos depare cosas buenísimas y un clima excelente de primavera.
Hoy quiero hablaros sobre algo que me habéis preguntado mucho algunas mamás o futuras mamás. Y es cómo fomentar la lectura en los más pequeños. Así que voy a dejaros por aquí, unos consejos que, a mi parecer, pueden ser muy útiles puestos en práctica en una sociedad llena de pantallas electrónicas donde el libro o un juguete tradicional queda en un lamentable segundo plano.
Cómo promover la lectura en niños.
En el colegio aprender a leer y la comprensión lectora son objetivos imprescindibles que también podemos asumir en casa. Los beneficios que reporta en un niño la lectura son tan relevantes para su desarrollo que merece la pena el empeño. Ellos no son conscientes, pero leer les abre un mundo inmenso de posibilidades. La recompensa llega cuando tu hijo te pide un libro nuevo para ampliar su colección o la revista de sus dibujos favoritos.
Estos son los 10 beneficios más significativos de la lectura en los niños:
1.- Desarrollan la imaginación: sus mentes serán capaces de crear nuevos mundos, personajes, historias, lugares y situaciones que nunca han vivido.
2.- Favorece la creatividad: basándose en lo que han leído se animan a escribir sus propias aventuras o a dibujarlas.
3.- Aprenden las reglas del lenguaje: al leer visualizan las palabras una y otra vez asimilando sin darse cuenta la gramática y la ortografía.
4.- Amplían su vocabulario y dominan el lenguaje: continuamente aparecen palabras nuevas cuyo significado lo sobreentienden por el contexto.
5.- Mejoran la expresión: al conocer más palabras son capaces de expresar lo que sienten o lo que necesitan con mayor facilidad.
6.- Favorece la comprensión lectora: es básica para aprender durante toda su formación académica. Además, despierta su curiosidad por otros temas que desconocen, se hacen preguntas que intentan responder, procesan la información y asocian conceptos.
7.- Incrementan la concentración: a través de personajes y una acción se capta su interés, ya que quieren saber cómo termina la historia. Al principio cuesta que se queden quietos con más de dos páginas, pero enseguida se ven atraídos por la actividad hasta que son capaces de escuchar la lectura del libro entero.
8.- Ayuda al desarrollo de la personalidad: a través de la lectura descubren qué les gusta y qué no les atrae en absoluto hasta que se sienten identificados con sus intereses.
9.- Es un ejercicio para el cerebro: se establecen conexiones neuronales, favorece la memoria y el entendimiento desde las primeras frases.
10.- Aumenta la empatía: aquellos niños que leen desde una edad temprana son más empáticos porque se ponen en el lugar de otros e intentan saber qué les pasa y por qué. De este modo serán más tolerantes ante diversas situaciones, entornos y personas y se adaptarán mejor a los cambios.
Por otro lado, no es suficiente con que tengamos claros los beneficios de la lectura también tenemos que motivarles y desplegar todas las herramientas posibles para ello. Actualmente es extraño que lean por iniciativa propia sobre todo cuando siempre hay un móvil o una Tablet accesible para ver sus dibujos favoritos o para jugar con videojuegos.
Cómo motivar a los niños para que se aficionen a leer:
1.- Disfrutar leyendo: Para empezar, es necesario buscar un momento del día para compartir la lectura con el niño cuando es pequeño y todavía no sabe ni las letras. Lo típico de leerle un cuento antes de dormir se puede convertir en un momento íntimo o en una rutina placentera y divertida. Si hay varios niños cada día puede elegir uno el cuento. También se puede hacer por la tarde o después de comer e incluso aprovechar para disfrazarse. Si el protagonista es un gato vale con unas orejas o un bigote.
Simular las voces, dar entonación al texto para crear un ambiente misterioso o alegre, poner énfasis en los diálogos… son estrategias que se convierten en una experiencia que no olvidarán nunca. Otra cosa que les encanta es su propio rincón de lectura con una butaca y una estantería a su medida con sus libros preferidos, o con dos cojines sobre el suelo y una sábana a modo de tienda de campaña…
2.- Predicar por el ejemplo: Si queremos que los niños lean nos tienen que ver haciéndolo, sin importar si es una novela, una revista o el periódico. Somos su espejo y durante sus primeros años de vida aprenden por imitación en todos los niveles. Lo mismo sucede cuando hablamos o con los alimentos que comemos. Además de leerles su cuento favorito se puede “quedar para leer” cada día, una vez a la semana y hasta en el banco del parque al aire libre. Nosotros seguiremos cuidando nuestro vicio y ellos desde muy pequeños podrán empezar a ojear sus cuentos favoritos. Las visitas al médico, al oftalmólogo o al dentista también pueden servir para leer y de paso se ameniza la espera.
3.- Libertad para elegir: Cada niño tiene sus intereses y suele volcarse en ellos. Así que una buena forma de animarles a leer es aprovechar esos intereses y que elijan: dinosaurios, el espacio, animales de la selva, construcciones, princesas, comidas, piratas… hay millones de propuestas. A parte es importante tener en cuenta su nivel de competencia lectora e intentar que apuesten por un nivel ligeramente superior pero asumible. Para ellos será un reto. Al contrario, de nada sirve obligarles a leer lo que nos gusta a nosotros o lo que creemos que deben leer porque lo entenderán como un castigo y no como un disfrute.
4.- Apostar por un ocio enfocado a la lectura: Una tarde de invierno es un momento estupendo para visitar librerías y bibliotecas municipales. Además, organizan cuenta cuentos y muchas actividades de animación a la lectura en las que se puede participar.
5.- Regalar lectura: Por supuesto que los niños necesitan jugar con juguetes, pero también desde muy pequeños tienen que asociar sus días más señalados o los regalos con los libros para que sean sinónimo de días felices. Siempre es un buen momento para regalar un libro y más en su cumpleaños, por Navidad o como premio.
6.- Alabar sus logros: A medida que van creciendo también van mejorando su destreza a la hora de leer. Si los animamos y les felicitamos con sus avances seguirán aprendiendo sin darse cuenta y superando etapas. Frases como “qué bien has leído”, “has hecho muy bien el punto y aparte”, “cada día lees mejor”… son refuerzos muy positivos para ellos. También les gusta que les preguntemos por el libro que están leyendo, es decir, que les mostremos interés, al igual que les podemos contar qué estamos leyendo nosotros.
De los recuerdos más bonitos que tengo de mi infancia era cuando cada domingo mi padre me regalaba un libro de la mítica colección "El barco de vapor".
Para mí, tanto en este aspecto como en otros de la vida, como siempre lo más importante es predicar con el ejemplo.
Que paséis buen viernes, un genial fin de semana y un maravilloso inicio de mes.
¡Hasta pronto! 💖
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