Llíria, 15 de febrero de 2022.
Buenos días.
Hoy os traigo una nueva recomendación literaria. En concreto, de uno de los libros que me trajo Papá Noel.
Descontando hasta cinco (Susana Gisbert Grifo)
"Unas amigas, un suceso horrible, un hospital y una investigación."
Sobre la autora: Susana Gisbert Grifo, nacida en Valencia en 1966, es madre, fiscal en la Sección de Violencia sobre la Mujer, portavoz de la Fiscalía Provincial de Valencia y escritora. Colabora en diversos medios de comunicación y, en la actualidad, podemos leer sus artículos semanalmente en el periódico El Mundo. Ha ganado diversos premios literarios de relato corto y ha publicado cuentos, en varios libros colectivos, con la Generación Bibliocafé y con Valencia Escribe. Es coautora de la monografía "Género y Violencia" (Editorial Tirant, 2015), que ya va por su segunda edición, y ha colaborado en distintas obras de contenido jurídico. En el año 2016 presentó su primera antología de relatos, "Mar de lija" (os hablaré de él otro día, también me lo trajo Papá Noel), con una gran acogida por parte de los lectores. "Descontando hasta cinco" es su primera novela. Esta mujer es, como profesional, no menos que admirable. En cuanto a su faceta escritora, aunque se nota que no es su oficio principal, es muy evidente el trabajo de campo que hay detrás de cada frase.
Sobre el libro: 181 páginas que te lees del tirón. Engancha, y mucho. Dentro de la complejidad y delicadeza del tema, está escrito de forma que resulta de lectura muy ágil. Como aquellos míticos libros de antaño de "El club de los cinco", en este caso nos encontramos con "El club de LAS cinco, más una". Sí, como leéis. Ocurre algo con una de ellas, relacionado con violencia de género que, conforme van pasando las páginas vas descubriendo trocitos de vida de las demás, vivencias también relacionadas con violencia de género que han sufrido y cosas que, tal vez si no fuese porque a una de ellas le ocurre lo que desgraciadamente le ha ocurrido, el resto no hubiese relatado nada. Hay un pacto entre ellas. ¿Lo llevarán a cabo? ¿Por qué ese pacto? Y, por otra parte, ¿por qué son cinco más una? Sólo os adelantaré que finalmente dejarán de ser cinco más una para ser seis, algo que anhelaréis desde la página primera. Al mismo tiempo que se desarrolla la trama, la autora consigue que nos planteemos seriamente que la violencia de género suele estar a nuestro alrededor sin que nos fijemos y que es muy importante que estemos alerta, la sociedad tiene que ponerse manos a la obra porque no solo es una cuestión individual, sino que tiene que ser una cuestión de todos. Solo así es posible acabar con un problema tan grave.
Opinión: No siendo un tema agradable que tratar, sí que es verdad que este libro dista de otros que he leído (y os he posteado por aquí ya en otras ocasiones) en algo concreto. En los demás, se centraba mucho la historia en lo ocurrido a la protagonista. En "Descontando hasta cinco" se trata la violencia de género sufrida por la protagonista, pero, además, se trata la percepción del entorno. Es decir, en este caso, las amigas de la protagonista se sienten, en ocasiones, culpables por no haber sido capaces de ver por lo que estaba pasando su amiga. Este libro refleja la complicidad, una vez ocurridos los fatídicos hechos, de cinco mujeres que se apoyan entre ellas para pasar este duro trago y que, poco a poco, van rompiendo la barrera que, por el qué dirá la sociedad, tenían impuesta con respecto a ciertos temas de sucesos pasados en sus vidas.
Reflexión: La violencia de género es una lacra que hay que exterminar de una vez por todas. Esta sociedad en la que vivimos no puede seguir mirando hacia otro lado. Sí que es verdad que cada vez se es más consciente de las barbaridades que ocurren. Pero parece que sólo nos acordamos cuando sale en las noticias una mujer asesinada, desgraciadamente. Es muy duro, lo sé. Pero debemos mirar a nuestro alrededor. Aunque la primera que debería denunciar es la víctima, la sociedad no puede apartar la mirada. Debemos mirar a nuestro alrededor, debemos intentar ver qué hay detrás de una falsa sonrisa, de una cara triste o de un casual golpe contra una puerta que tan falso suena. Pero tampoco debemos olvidarnos de que, aunque en minoría, el maltrato hacia el hombre también existe.
Por todo esto y muchas cosas más, si lees esto y tienes el mínimo atisbo de que eres víctima de violencia de género o conoces a alguien que pueda estar siéndolo, ponte inmediatamente, por favor, en contacto con la UFAM, la Policía o haz lo que creas conveniente. Pero HAZ ALGO. No niegues lo evidente, si eres víctima. Y NO MIRES HACIA OTRO LADO si eres consciente de este tipo de aberraciones. Y más, si están involucrados menores.
También quiero dejar claro que LOS HOMBRES MALTRATADOS TAMBIÉN EXISTEN. Y que, a mi parecer, y por lo que he vivido muy cercanamente, SE ENCUENTRAN DESAMPARADOS en este aspecto.
Además, quiero dejar claro y gritar bien fuerte, que, en este aspecto, NO TODOS LOS HOMBRES SON IGUALES. Hay millones de hombres buenos y millones de mujeres buenas por lo que, POR FAVOR, DEJEMOS DE GENERALIZAR.
Sueño con que algún día, cualquier tipo de maltrato, desaparezca. Que podamos vivir en una sociedad de respeto, empatía y humanizada. Es un sueño, sí. Pero tengo la esperanza de que algún día se haga realidad. Poner todo de nuestra parte, educar en valores, dar ejemplo a los más pequeños y respetarnos entre adultos es el primer paso.
Que paséis un feliz martes.
¡Hasta pronto! 💖
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