sábado, 18 de diciembre de 2021

Cómo repasar para no olvidar lo repasado.

Buenos días.

Bueno, aunque este trimestre por fin ya han pasado los exámenes, de cara al próximo trimestre os traigo algún consejo sobre cómo repasar, porque me lo habéis pedido en varias ocasiones. Tomad buena nota de ello y espero que os sirva.



Cómo repasar para no olvidar lo repasado.


    A la hora de estudiar, es muy importante saber cómo repasar lo estudiado, es decir, es imprescindible seguir una estrategia de repasos que te permita seguir avanzando en el estudio a la vez que evitas que se te olvide lo que ya has estudiado.  

    Sin duda, cuando estamos estudiando uno de nuestros peores enemigos es el olvido. Parece que es inevitable que el paso del tiempo vaya eliminando poco a poco todo aquello que tanto esfuerzo nos costó estudiar y memorizar. Y ahí es donde entra en juego el repaso.

    El repaso es una técnica de estudio que consiste en volver a releer aquello que hemos estudiado previamente, con el objetivo de consolidar los conocimientos y reforzar el recuerdo de aquello que debemos memorizar.   

    Al igual que aquel que va forjando una espada de forma artesanal, golpe a golpe, la memorización a medio o largo plazo también requiere que repitamos y revisitemos aquello que estudiamos.

    Sabemos que el aprendizaje está basado en las conexiones neuronales que se producen en nuestro cerebro. Bien, pues cuando repasamos aquello que ya hemos estudiado lo que estamos haciendo es reforzar las conexiones neuronales que se formaron previamente. Sin embargo, si estas conexiones no se refuerzan, terminan desvaneciéndose hasta desaparecer, lo que nos lleva al olvido.

    Partiendo de la base de que no podemos ni debemos estudiar todo el último día antes de un examen, y que debemos plantear el estudio como un trabajo diario, que comienza semanas o meses antes de un examen, es bastante lógico pensar que la estrategia de repasos que se siga va a determinar el resultado final, es decir la nota, que obtengamos.


    La curva del olvido representa de qué forma se va desvaneciendo el recuerdo de lo aprendido con el paso del tiempo.

    La teoría de la curva del olvido fue desarrollada por el psicólogo Hermann Ebbingaus en 1885, quien, tras algunos años de estudio, se dio cuenta de que la mayoría de la información se quedaba en la memoria a corto plazo y que, en poco tiempo, se olvidaba casi por completo. De hecho, el estudio demostró que después de unas horas desde el estudio, solo se recordaba un 44% de los datos, pasado un día un 33% y tras una semana solo recordamos un 25% de la información estudiada. O visto de otra forma, en unos pocos días había olvidado el 75% de lo que había estudiado.

    Pero Ebbingaus siguió indagando y descubrió que, al repasar periódicamente lo estudiado, el estudiante era capaz de aumentar exponencialmente su capacidad de memorización.  Es decir, que con cada repaso se mejoraba la retentiva de datos y tras algunos repasos, se recordaba casi por completo la información memorizada.

    Teniendo en cuenta los datos aportados por el estudio de Ebbingaus, podemos afirmar que para poder retener el máximo de información de cara a cualquier examen es fundamental repasar periódicamente la información. De esta forma conseguiremos que se consolide en nuestra memoria y seamos capaces de recordarla pasado el tiempo.


    Casi siempre, el repaso tiene como objetivo reforzar los conocimientos más importantes de cara a un examen, por lo que, a la hora de repasar se debe tener muy claro cuál es la información y los conceptos más importantes, y hacer hincapié en estos, descartando la información secundaria y anexa.

    Una vez que tienes claro qué es lo realmente importante, falta determinar qué materiales o formatos son los adecuados para llevar a cabo el repaso, y para ello lo ideal será contar con contenidos en los que ya hayamos hecho la criba de los apartados que son importantes y los que lo son menos, y que nos permitan realizar el repaso de la forma más rápida y efectiva posible.

    Resúmenes, esquemas, mapas mentales, flashcards, etc., son materiales que debemos trabajar durante el tiempo de estudio y que van a facilitar mucho el proceso de repaso.


    Una de ventajas que tiene el repaso es que no hay una única forma para llevarlo a cabo, sino que se pueden seguir diferentes estrategias. Mi consejo es que pruebes unas cuantas, experimentes y que te quedes con la que mejor se adapte a ti y a tu forma de estudiar.


- Una buena forma de repasar es reproducir la información siguiendo punto por punto tus apuntes y anotaciones. Tras realizar el repaso, deberás anotar los apartados que menos controles para trabajarlos antes del siguiente repaso.


- Una buena técnica de estudio es realizar exámenes anteriores. Al resolverlos te estarás autoevaluando y tomando consciencia de tus puntos fuertes y de qué información debes repasar. Además, tras completarlos y corregirlos éstos se convierten en un material perfecto para repasar los temas, ya que por una parte nos permiten discriminar la información relevante y por otra, nos facilitarán la memorización de datos concretos susceptibles de salir en el examen. Tú también puedes sacar un listado de posibles preguntas de examen. Si las repasas con esta metodología, te será de gran ayuda para poder recordarlo de cara al examen.


- Una buena forma de repasar es, simplemente, leer periódicamente de forma activa lo que ya has estudiado previamente. Cuando digo que leas de forma activa, me refiero a que lo hagas en voz alta o incluso añadiendo anotaciones con más datos o ejemplos que se te ocurran. Al final, si eres constante a la hora de llevar a cabo estos repasos y tienes una buena comprensión lectora, repasar leyendo de nuevo todos los apuntes y resúmenes es un excelente método de aprendizaje y memorización.


    A la hora de estudiar es importante tener una buena planificación y un calendario de estudio bien organizado, y en ese calendario deberías reservar tiempo para los repasos. Pero el repaso no será igual si quedan meses para el examen o si estás a escasos días del día de la prueba. De manera que, podemos clasificar los repasos en repasos iniciales, intermedios y finales.

- Repasos iniciales: Desde un primer momento, debes realizar este tipo de repasos cada vez que finalices el estudio de un tema. Es entonces cuando tienes la información fresca y conviene que le des un primer repaso de asimilación del contenido. Eso sí, ten en cuenta que este primer repaso es importante que no se demore demasiado, ya que, como hemos visto antes, cada día que pasa sin repasar olvidamos gran parte de lo estudiado.

- Repasos intermedios: Cada cierto tiempo, deberás repasar aquello que has estudiado hasta ese momento. ¿Cuántas veces? Depende, pero podrías planificar un par o tres de repasos de este tipo cada trimestre. Si los repasos iniciales sirven para asimilar la información, estos repasos intermedios sirven para anclar la información, es decir, reforzar el recuerdo de lo que has estudiado. Podríamos decir que estos son los repasos más importantes. En estos repasos intermedios deberás resolver cualquier duda que puedas tener, memorizar toda la información importante para que, llegado el día, se hayan convertido en recuerdos a largo plazo. Para esta fase puedes tomar el rol de profesor y explicar lo aprendido en voz alta, o resolver posibles preguntas de exámenes.

- Repasos finales: Ha llegado el momento de la verdad, los exámenes están a la vuelta de la esquina y ahora es cuando vamos a tomar consciencia de la cantidad de información que hemos estudiado. Los repasos finales se llevan a cabo unos días antes del examen, y sirven para confirmar que los fallos y las dudas de los repasos anteriores han quedado solventadas, y de esta forma podemos ir al examen con la confianza por las nubes.


    Como has podido comprobar a lo largo de este post, el repaso es un elemento indispensable para memorizar de una forma efectiva a largo plazo. Recuerda cómo funciona la curva del olvido y la gran importancia que tiene el repaso para evitarlo.


    Existen diferentes sistemas para llevar a cabo estos repasos y ninguno es mejor que otro, por lo que te aconsejamos que los pruebes e implementes el que mejor se adapte a ti.

    Incorpora los repasos a tus rutinas de estudio, reserva tiempo para repasar en tus calendarios de estudio, y verás como tus resultados mejoran considerablemente.


    Espero que estos consejos os sirvan de ayuda y así, aunque no me molestáis para nada, no me digáis esa frase que escucho tanto de "es que no se me queda nada". 💪💇


¡Hasta pronto!💗

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